Soy un Somo 20 ¿y tú?

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viernes, 16 de enero de 2009

¿Seguridad a bordo? ¿Para cuántos?


Estos días han coincidido dos discusiones en la Taberna del Puerto: “Amistad o legalidad, ¿qué es lo primero?” y “Más tripulantes a bordo que los permitidos”.

Son muy interesantes. Y tratan de un situación, que a veces nos ocurren a los patrones. Exceso de tripulación. Te surge un compromiso: “Sí hombre, veniros a dar una vuelta en el barco” Y cuando tú esperas dos personas, aparecen 4. Superas el número de pasajeros permitidos. Y sólo hay chalecos para los tripulantes permitidos. Ídem cuando aprovechan para traerse los sobrinitos que nunca han montado, y tú ya jubilaste los chalecos de niños, que los tuyos ya han dejado de serlo...

¿Qué hacer? ¿Qué harías tú?

El sentido común, tu súper ego te dice que no hay duda: i lo tienes despachado para 4 y tienes 4 chalecos, el resto no puede subir. Alguien se queda en puerto. Y el patrón no va a ser...

Pero tu lado hippy, que todos lo tenemos más o menos, te dice “Sí hombre, sí. Todos pa’dentro. ¿Qué va a pasar? Tranki tronko...”

Y es que nunca pasa nada. Hasta que pasa. De acuerdo que las condiciones del viento, mar, edades o experiencia de los invitados van a influir mucho, y que lo normal es que no pase nada. Pero los accidentes se llaman así porque no se programan. Siempre ocurren cuando no se esperaba, de repente. ¿Y entonces? Responsabilidades civiles o incluso penales, el seguro no se hace cargo, mal rollo para siempre. “Vale. ¿Y si dejas al sobrante en el puerto y ocurre el accidente de todas formas?” Pues habrás hecho lo que había que hacer, y como patrón no podrán imputarte nada por ello.

Ahora, la realidad es que muchas veces, se sale. “Va si es un paseíto...”. ¿O no?

Lo que me he podido dar cuenta, es que en un velero, al menos en el nuestro, estas situaciones se complican. Nuestro barco está habilitado para 5 personas. Cuando se navega a motor o con poco viento y rumbo “fijo”, pueden viajar las cinco con relativa comodidad: la bañera es grande y sobre todo si se va a motor, tienes aprovechables las bandas y sobre todo la proa. Ahora, si se va a vela con un poco de zurra o dando bordadas, la cosa cambia: con las escotas del Génova para allá y para acá, la bañera se hace un poco caos, pese a ser amplia (“Estos cacharros están llenos de cuerdas....” :-)). En ese caso, 3 tripulantes pueden empezar a molestarse, salvo que estén en la cabina o se sienten en la bancada de popa...

Algunos enlaces sobre seguridad:

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