Soy un Somo 20 ¿y tú?

Hay muy poca información sobre los veleros Somo en la red.
Si conoces algo sobre los Somo en general y los 20 en particular o tienes datos (datos de astillero, diseños, planos, prospectos, artículos, fotos) y los deseas compartir, contacta conmigo.
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Aquí tienes los datos, planos y demás que he recolectado hasta ahora:
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miércoles, 28 de agosto de 2013

Una tarde plácida



Al contrario que lo relatado en mi entrada anterior, la tarde del 16 de agosto de 2013 fue absolutamente plácida. Con un viento en torno a los 7-10 nudos de media, estuvimos un buen rato navegando muy a gusto. De sonrisa de oreja a oreja...

Técnicamente no hubo mucho que destacar. Navegué sin rizo, con velas completas, y fue muy divertido. Y relajado a la vez.

Puse la caña, a ver si había "peces de carrera", pero este año, que empezó en julio pareciendo que pescaríamos, se está mostrando un poco avaro. Tan solo un saburdin (pez araña, Trachinus draco) grande, al final, que te complica más la vida que alegrártela... (Por el tema de las espinas venenosas y que no tengo tijeras en el Hooper, habrá que tener unas de cocina recias...)

Fue muy bueno el rato en que conseguí un equilibrio entre las velas y la caña. Dejada la caña a su aire, el barco se mantenía en un rumbo casi recto, con una pequeñísima tendencia a aproarse en el tiempo. Pocas veces he conseguido este equilibrio, no sé si por falta de calidad como trimmer o por cuestiones técnicas. Las pocas veces que lo he conseguido ha sido con F3.

Tan contento estaba con esa situación, que me permití ir a proa unos instantes, mientras el barco seguía a su rumbo obediente... Sensación placentera y diferente a la habitual, siempre pendiente de la caña...



Hecho inédito en el Hooper desde que está conmigo: El patrón en proa dejando que el Hooper se gobierne solo (espero que tenga título suficiente :-))




Hooper gobernándose a sí mismo.
Aunque parezca que la caña está atada con el cabo, en realidad está suelta con sólo 1 vuelta, puede moverse como quiera.


Nos resistíamos a volver a puerto... Me hubiera quedado allí toda la noche...

lunes, 26 de agosto de 2013

Probándonos hasta dónde llegamos... F6


27 de julio de 2013. Son las 5 de la tarde y sopla fuerte. Miro cómo está la mar desde la "Tala", rompeolas de Amandarri, y me parece "tratable". Hay una cierta mar de fondo, ola de entre metro y metro y medio, calculo. Marejada, pero se puede negociar. 

Decido salir. Consciente. Voy a probarnos, a ver hasta dónde llegamos.  

Un debate eterno: ¿Es una locura buscar mal tiempo o es un ejercicio que hay que hacer de vez en cuando para aprender? 

Tenía ganas de salir un día un poco límite, sin que fuera especialmente peligroso, para probarnos a ver si podíamos aguantar y cuánto. 

Salgo con el rizo (único que tiene la mayor, le quita 1/3 y deja los 2/3 superiores sin nada de bolsa, como una tabla) y con la mitad del génova (o sea, como si fuera un foque I, más o menos). Sopla fuerte. Más tarde vería en aemet que su estación sita en Lekeitio (supongo que en el faro) registró sobre las 6 de la tarde de ese día vientos medios de 40 km/h con rachas de casi 50 km/h. En nudos, entre 23 y 26. F6 de escala Beaufort. Guardé la gráfica en el móvil (un Nokia limitadito), que guardó la página web en un formato propio, con el resultado que sólo la puedo ver en el móvil. (Pero si alguien alberga dudas, puedo intentar hacer una captura)

Hombre, no se puede definir de temporal, pero aunque el Hooper, Somo 20, no tiene una categoría de diseño homologada, entiendo que se puede definir como categoría C, de acuerdo con los parámetros actuales, esto es, máximo ola de 2 metros incluido y estado de viento y mar F6 incluido. Así que estaríamos en el límite. 

Dentro, la ola es más dura de lo que se veía desde tierra o lo parece. En el seno de la ola no veo nada que esté por detrás. Eso supone una altura de al menos 1,70 metros. Estamos solos en la mar. 

No hay fotos ni vídeos. Tengo la cámara en la cabina, pero no puedo ir a por ella ni permitirme sacar fotos. Una mano está pendiente de las escotas de mayor y génova, en prevención de rachas, y la otra no se despega de la caña. Tira un poco fuerte, aunque se controla con una mano bien. 

De hecho, el único problema que tuve es que el golpe de una ola sobre el timón hizo que se me escapara la caña de la mano, no se cómo, para poner la caña a sotavento, con el resultado de que el barco se cruzó al viento hasta la orzada, en un instante, afortunadamente por avante, sin que hubiera una trasluchada pero con una escorada importante. 

Estuve una media hora a la altura del faro y frente al puerto. A veces más al norte que el faro y a veces a medio resguardo, aunque no se notaba calma en la mar y el viento. Abundantes rociones desde la amura. No quise estar más tiempo, primero porque suponía un esfuerzo físico y mental importante, no era la típica navegación plácida con sonrisa de oreja a oreja, y segundo porque, como leía una vez en un blog, cuando las condiciones rozan los límites, aunque no corra peligro ni el barco ni la tripulación, los materiales sufren y tienden a averiarse, averías que luego se deben reparar y eso cuesta tiempo y dinero... Y además, el objetivo estaba cumplido: ver si aguantábamos o nos superaban esas condiciones. 

La vuelta fue de aleta y con el motor encendido por si acaso, con un par de buenos rociones y sin mayor novedad. Aproveché para probar si era capaz de entrar hasta puerto a vela en esas condiciones, con el viento soplando de proa en la bocana. Me costó, pero al fin lo conseguí. Abriendo más las velas de lo que pensaba que era necesario para una ceñida a rabiar conseguí velocidad que me permitió entrar.

Las conclusiones de esa media hora podrían ser: 
  1. El Hooper lo aguanta muy bien y se controla bien. Quitando el viaje relatado en que se me fue la caña, el resultado fue que se controlaba perfectamente el barco, aunque la caña estaba un poco dura. A destacar que siguiendo el consejo de un profesional amigo, había alargado el timón, y se nota.
  2. La velocidad era buena. En descuartelar calculo, a ojo, entre 5 y 6 nudos (el GPS se me murió hace poco y no he comprado otro aún).
  3. Me hubiera sentido más a gusto con un rizo más en la mayor. No había mucha escora, a cambio de llevar la mayor al límite del flameo.
  4. Decididamente, el enrollador de génova tiene muchas ventajas y comodides, sobre todo para el navegante solitario, pero si tienes que ir en esas condiciones mucho tiempo, con el génova enrollado para disminuir la superficie, da un poco miedo por el génova, pues parece que castigas la zona más sensible y además el centro vélico del mismo sube en altura. Haber podido bajarlo y poner un recio foque más pequeño, hubiera sido mejor.
     
  5. El patrón, o sea yo, se encontraba tranquilo y aguantaba también el ritmo, aunque el estado de concentración y estrés que soportas es canso. Poder haber tenido un acompañante que controle, me hubiera aliviado un poco. Y me hubiera permitido sacar un vídeo o unas fotos... :-)
     
  6. Supongo que ahora habrá todavía más navegantes en Lekeitio que piensen que el Hooper y su patrón están mal de la cabeza... O que van de valientes... Pues ni una cosa ni otra.
     
  7. Ahora sabemos hasta dónde podemos llegar, por lo menos. Y estoy seguro de que, en caso de necesidad, ambos podríamos ir más allá.

miércoles, 21 de agosto de 2013

"Si no puedes con él... únete a él", ¡¡a Getaria!!



El plan... roto

El plan del día era partir de Lekeitio hacia cabo Matxitxako, rebasarlo y llegar a San Juan de Gaztelugatxe.

Los pronósticos hablaban de viento de componente Norte y otros de NW, vientos medios. Tenía mis dudas de que pudiera ir hasta allí, a vela por supuesto. Aún así mantuve el plan.

Me levanté lo suficientemente pronto como para salir a las 10 de la mañana o antes, pero unas cuestiones domésticas, me retrasaron, por lo que la salida la hice a las 11:00 en punto.

En esa hora, el viento ya se había establecido, y efectivamente era NW y fuertecito. Medí un real de unos 12 nudos. Sobre una mar de fondo NW menor a un metro, más cerca del medio metro, y con una mar rizada en ese momento, pero era evidente que si el viento seguía estable así, se iba a hacer una marejadilla por lo menos, montando la mar de viento sobre la de fondo. Y el Winfinder anunciaba para mi zona en los últimos pronósticos un viento estable en esos valores, para dismunuir ligeramente a la tarde.

Salí manteniendo el plan, pero pronto me di cuenta que luchar contra un viento tan fuerte y contra la ola, que debería ir a más, me iba a obligar a hacer una travesía muy larga en tiempo y distancia, con grandes bordos. De hecho, tras media hora, apenas había pasado de cabo Santa Catalina, poco más de una milla  desde la bocana, en dirección NW.

Así que cambio de planes. Había estado dudando si ir hacia Getaria (léase "Guetaria" en castellano), pues también me apetecía viajar hasta este puerto, al que nunca había llegado en barco, e ir incrementando la lista de puertos "conquistados", en mi idea o sueño de llegar navegando a todos los puertos de la costa vasca. A las 11:45 puse aleta al viento y me dirigí hacia Getaria. Desde el Cabo de Santa Catalina, 14 millas un poco largas. Con algún bordito que hiciera, más cerca de las 15. Por supuesto, comuniqué con "Capitanía" ("la jefa") por el móvil para comunicar el cambio de planes.


Hacia Getaria


El viaje de ida fue apacible. Con mayor y génova. Desistí de poner el spy porque las olas iban para arriba y ya tenía un cierto balanceo, al pegar la ola por la aleta, y tampoco me apetecía ir estresado.
Del viaje de ida, hasta pasar Deba, poco que contar. La mar estaba a medio camino entre rizada y marejadilla. No había muchos borreguitos, pero sí había una cierta ola y una mar un tanto agitadilla. Por tanto, el viento era de un F4 y la mar a medio camino entre F3 y F4. Seguramente en la foto se verá poca cosa como siempre:


Dejando Ondarroa por la aleta. La mar se puede calificar de rizada casi marejadilla

Vi la mejillonera instalada frente al municipio de Mendexa, en la cala Baurdo, y me acerqué un poco. También a destacar que me encontré con algunos veleros franceses en dirección contraria, a motor y mayor, y que uno de ellos redujo la marcha y se me acercó y dos de sus varios tripulantes me observaron muy detenidamente, me saludaron y siguieron para adelante. No sé si pensarían que estaba un poco loco o por si tenía problemas...

Pasado Deba y ya cerca de Zumaia, y sin que conozca la razón, el mar pasó ya a ser más propio de marejada que de marejadilla, con olas con una altura superior al metro, bastantes superando el metro y medio, y con una pendiente apreciable, lo que me hacía ir con un ojo atrás para negociarlas bien y no sufrir viradas o trasluchadas involuntarias.

El ratón de Getaria ya a la vista, y las olas incrementándose, aunque en la cámara de fotos parece que las olas encojen, mientras que en vivo son más altas (o nos lo parecen...)

El ratón más cerca. Se aprecia algo mejor la mar.


Llegué a la altura del ratón aproximadamente a las 15:00 horas. Estaría a una milla del ratón. Por tanto, unas 3 horas y 15 minutos, para recorrer calculo unas 16 millas, pues con el tema de las olas, mejillonera, etc, me había desviado del rumbo inicial un tanto. Asi que saldría una velocidad media de casi 5 nudos.

Sobrepasar el ratón y llegar a su socaire, me resultó más complicado de lo que pensaba. Lo suyo sería un rumbo directo, pero eso me ponía con viento y mar del través, y llevar un rumbo más cómodo me dejaba con menos arrancada y con la popa a la mar. Y de aleta, tenía que ir corrigiendo el rumbo con la caña, cuando la ola me empujaba y me obligaba a aproarme. Visto desde arriba debía parecer un sujeto propio para un control de alcoholemia... Y es que en ese momento, me enfrentaba a olas realmente grandes, cerca de los dos metros, que dejaban unos agujeros que daban miedo... Y eso que el fondo superaba los 60 metros, si la sonda acertaba, que con tanto balanceo...

En el puerto.


El puerto de Getaria ha sido conocido desde la antigüedad por ser un puerto extraordinariamente seguro, y de hecho, era el puerto de abrigo al que se dirigían las embarcaciones de gran parte de la costa E de Bizkaia y W de Gipuzkoa en caso de ser sorprendidos por galernaso temporales. Tanto es así, que llegó a tener instalaciones para acoger hospitalariamente a esos marinos de fuera.

Una vez al socaire del ratón, la situación cambió y se hizo plácida. Avanzábamos hacia la bocana de forma placentera y rápida. Me dio hasta pereza desaprovechar ese relax, para empezar a recoger velas y colocar defensas, etc., para la maniobra de atraque, pero el tiempo seguía avanzando... Había que hacerlo...

Al socaire del ratón, la situación pasó de caos a orden y placidez, aunque el viento seguía en torno a los 15 kn...

Al final, entraba en Getaria sobre las 15:20. Me sorprendió que todo el puerto comercial o pesquero estaba vacío, mientras que el deportivo parecía lleno con embarcaciones en el muelle de espera. No sé cuántos pesqueros quedarán en Getaria, pero seguramente estarían todos en la mar, a la pesca del bonito (del norte) (Thunnus alalunga).

Até a la pared en la parte cercana a donde atracan pequeñas motoras, en la parte sur de la pared de la parte más interna del puerto, junto a una escalera.

Mientras me encontraba en la maniobra de atraque, y aún con el chaleco automático puesto, oí a un niño (de unos 12 años) que le decía en catalán a su padre, algo así como "Mira papá, lleva chaleco salvavidas". Me pareció que el padre le contestaba algo así como "Como te digo yo, que hay que llevarlo". Supongo, porque catalán no sé, pero eso me pareció entender.



El Hooper atracado junto a la escalera. 

Otro ángulo...



En este mapa del puerto, lo he señalado, además de las distintas zonas en las que parece que se divide el puerto.

Ver Puerto de Getaria - Getariako portua en un mapa más grande


Una vez atracado, me fui a comer un bocata y tomar después un café en el restaurante-bar-chiringuito que está entre el puerto y la playa. Estaba bueno, aunque me tardaron en atender, pues estaban liadillos con las comidas, copas y demás.


Da envidia tener un puerto deportivo así en casa...


Imagen de la basílica encima del puerto



Zona de escuela de vela y alquiler de vela ligera.


Rampa entre el puerto deportivo y la playa de Malkorbe


La vuelta


Después de jamarme el bocata y tomar un café y descansar un rato al sol, salí del puerto de Getaria, sobre las 17:30 hacia Lekeitio.

El viento no había bajado y la situación de la mar tampoco. Pronto pude comprobarlo. Así como que para llegar a vela hacia Lekeitio, otra vez rumbo NW contra el viento y la mar, sería un suplicio largo en tiempo y distancia. Y me había comprometido con Capitanía (la jefa) que llegaría a Lekeitio sobre las 9 o 9 y media de la noche. A vela iba a ser que no, así que arranqué motor a las 18:00 y con la mayor izada inicié la vuelta.

Pronto recogería la mayor, pues las olas, por la amura, me revolvían y me parecía que me molestaba más que ayudar.

Por el camino, no mucho que destacar. Una navegación negociando constantemente con las olas, tratando de tomarlas por la amura, sin mucho salpicón y sin caer en los "agujeros" que quedaban.

Vi a la altura de Deba una pequeña pajarera. Esto hará sonreir a navegantes de otras latitudes, pero lo cierto es que en el Cantábrico, al menos en la costa vasca, no es algo demasiado frecuente, al menos cerca de la costa. Vi 3 o 4 gaviotas sobrevolando y picando en la superficie, pronto serían una docena, y la superficie estaba rugosa, como si algo la estuviera rompiendo. Vi saltar un par de bonitos del Sur (Sarda sarda) como de unos dos kilos. Estuve tentado de hacer una pasadita con la caña, pero eso me iba a retrasar en los planes, así que me limité a contemplar el espectáculo mientras seguía para Lekeitio...
Para las 21:30 Hooper estaba atracado en su sitio dentro del puerto de Lekeitio sin más novedad, así que la vuelta la habíamos hecho entre 4,5 y 5 kn. Con la mar de cara, no estaba mal. Y otro puerto en la saca... :-)

Más fotos:


domingo, 14 de abril de 2013

Cuando es que no...

...es que no...

No tengo mucha suerte.

Bueno, no es justo: tengo una buena pareja, una buena familia, dos buenas perras (que no me ladran, porque ellas son muy silenciosas, pero demuestran el cariño a cada momento), un buen trabajo y fijo (con lo relativo que pueda ser eso en estos tiempos) y vivimos una vida holgada, sin muchos lujos pero tampoco apreturas.

Pero en esto de navegar... En Semana Santa, cuando se pudo yo no podía y cuando podía, no se pudo.

Así que hoy, que iba a ser mi primer día navegando a vela del año, empezaba con mucha ilusión.

Los pronósticos no eran del todo malos, viendo el año que llevamos, aunque el viento era de componente Sur, que es un viento que no me gusta: muy puñetero o alcahuete, pues lo mismo desaparece en un momento, que se saca una racha de más de 20 kn en otro... La ventaja que tiene  es que sales del puerto volando (nuestra costa está orientada de tal manera que tenemos el mar por el Norte) y que hasta las 2-3 millas, la mar está lisita... Pero cuando tienes que volver... esa es otra. También daban una mar de fondo entre 1 y 2 metros... pero vale lo dicho.

Los Gribs, leídos con Zygrib, daban un pronóstico de vientos hasta las 15:00 del S o SW, fuerza entre 2-3 Beaufort, con rachas, eso sí, de fuerza hasta 5. Después daban vientos SE fuerza 3. Aemet se quedaba en vientos componente Sur fuerza 3 bajando a 2, con mar rizada o marejadilla. Winfider, para nuestra zona, daba un pronóstico parecido al de los Gribs.



Siendo así, el plan parecía claro: Ir por la mañana con viento de aleta o través desde Lekeitio hasta Mutriku, comer allí y volver con viento de aleta a Lekeitio. Me hubiera gustado ir a Elantxobe, pero eso exigíría ir de través, en el mejor de los casos, o en ceñida tanto a la mañana como a la tarde, pues es ir hacia el W y volver hacia el E.

A las 10:00, me encontraba en el Hooper. La idea es arrancar motor, para calentar, e ir poniendo los aparejos y cabos que quito en la invernada (todos aquellos que no pasen por el palo). Después coger las velas del trastero, colocar y salir a navegar.

La primera en la frente. El motor arranca y al de 3 segundos, empieza a ratear y de repente, se para. Bueno, será la gasolina vieja, que tiene agua de condensación... lo de siempre. Una vocecita suena en mi cabeza: "Ya limpiaste el depósito en Semana Santa, e incluso arrancaste el motor y funcionó bien, aunque con un cierto rateo que dijiste que era por la gasolina vieja..." Le contesto a la vocecita que ha seguido lloviendo, y ha hecho sol y calor y frío, y seguramente ha condensado de nuevo.

Pues nada, toca coger gasolina nueva en la gasolinera (a 3 km del pueblo, pues la otra cerraron), limpiar depósito, echar la gasolina nueva, vaciar carburador y probar de nuevo.

Compro 10 litros de gasolina, que vierto al depósito después de limpiarlo, vacío sin verter (en lo que puedo) la cubeta del carburador, y doy al arranque. Nada, ni intento.

Subo el motor a la bañera, lo pongo sobre el soporte y suelto el carburador. Vacío de nuevo la cubeta, abro todo y limpio escrupulosamente chiclés, incluso el de "baja". Sé que no es por él, pero por si acaso. Compruebo que no haya circuitos cerrados (me dijeron que la gasolina moderna lleva alcoholes, y que cuando se evapora, queda el alcohol que hace una especie de laca, que puede taponar los chiclés; por eso conviene dejar que el motor agote la gasolina de la cubeta antes de pararlo).

Mientras, he sacado la bujía, que evidentemente está ahogada, llena de gasolina sin quemar, la he limpiado y he dejado el cilindro abierto para que evapore la gasolina.

A todo esto, entre mira a ver, vete a por gasolina, lleva el depósito a casa a limpiar, bájalo, desmonta, limpia, prueba... son las una...

Esta vez sí. Tiene que ser. Tiro del arranque... Pues no, es que no. ¡¡He limpiado todo!! Pero, ¿qué pasa? ¿A ver si se ha fastidiado la bobina de encendido o los cables? ¡¡de carburador no puede ser!!

Saco la bujía, le pongo el cable y la dejo colgando fuera del motor y lo más lejos posible de éste. Doy al arranque ¡¡no hecha chispa!! Pruebo de nuevo, no vaya a ser que el sol no me deje ver... No, no echa chispa.

Saco la bujía de repuesto (es la que tenía el motor cuando compramos el Hooper, que la cambié por la nueva que está puesta ahora, y la guardé de respeto). La pongo, le pongo el cable, tiro sin mucha confianza del arranque y... ¡¡a la primera!! ¡¡y sin starter!!

Decido dejar el motor en marcha, irme al "Metro" a tomarme un txakoli y una gilda (ambos de los mejores de Lekeitio, a mi gusto al menos) y luego ya veremos...



De vuelta, más animado, y viendo que el motor sigue funcionando sin alteraciones, decido seguir con el plan. A las horas que son, no para ir a Mutriku, pero por lo menos sí para dar una vuelta...

Pongo los aparejos y voy a por las velas. Colocar la mayor es fácil, pues no hace falta subirla. Además he decidido hacer la prueba a ver qué tal va sin relingar el pujamen en la botavara, sujetando sólo los puños de amura y escota, que es lo que se lleva ahora. Y así, es mucho más fácil de poner que relingando.

Pero el génova, relingado el grátil en el enrollador, no queda otro remedio que izarlo, mientras se va poniendo. Eso, uno solo y encima con rachas por encima de 10 nudos y que no coja viento y sin que el puño de escota te de una bofetada, no es fácil... Más o menos lo consigo. Más o menos es enrollado apenas izado y poniendo después el puño de amura en el enrollador.

Quito defensas y salgo fuera. El motor va de cine. No ha hecho ningún extraño desde su arranque. Ahora entiendo los rateos (más bien "apneas") que se pegaba el verano pasado... Hombre, no es excepcional que casque la bujía, pero hay que reconocer que tampoco es muy frecuente. Pienso en cambiarla todos los años, aunque no debería ser necesario... Pero es que otra de éstas...

Cuando salgo del puerto, enciendo el GPS. Curioso, normalmente coge satélites en seguida. Pero hoy, le cuesta. Lleva unos minutos y nada... Mientras salgo, todavía a motor, el GPS se despierta: 6 kn de velocidad sobre el fondo. Hombre, el motor va bien, pero me parece un poco mucho. 5 - 5,5 kn hubiera sido más esperable...

No contento con eso, sube: 6,5, luego 7, pasa hasta ¡¡8 kn!! mientras salgo entre el rompeolas (Pta de Amandarri) y la isla. Pienso: "¿Será que estoy sobre la corriente del río, que con la rotura del malecón sale por la bocana exterior del puerto?" Creo que no puede ser, pues la marea está subiendo. Y no me parece que voy tan rápido...

Me extraña, pero voy a por la cámara de fotos para sacarle una foto. Cuando salgo de la cabina marca ¡¡13,5 kn!! "Ah, no, eso no puede ser". Confirmo que no puede ser cuando de repente marca ¡¡133 kn!! Y sin embargo, en lugar de estar en algún planeta de la constelación Andrómeda, ¡¡sigo junto a la isla!!...

Si mañana domingo viene en los periódicos que USA ha atacado a Corea del Norte, podré decir que yo ya lo sabía... O eso, o toca comprar GPS nuevo...

Pongo la pantalla de los satélites, y eso parecen fuegos artificiales, todo puntos iluminándose y apagándose... No parece que vaya a ayudar mucho, así que lo apago.

Voy a subir la mayor. El viento medio que hay no requiere rizo, pero igual lo pongo por si acaso... Pues va a ser que no.

La driza está dura. Puede que se haya cruzado arriba con el amantillo. Me dan tentaciones de tirar a ver... pero decido que mejor no. Ya lo miraré en puerto, no vaya a ser que suba y luego no la pueda bajar...

Abro el génova y regulo la driza, que ha quedado un poco floja (y eso parece que es peligroso para el estay).  Qué pinta tan rara... No he colocado el puño de amura bien y tiene una vuelta. A proa a ponerlo bien...

Empiezo a navegar a la francesa, sólo con el génova (una de las acepciones, pues he leído últimamente que por Santander "ir a la francesa" es ir a motor con la mayor...) pero dedicidamente, es que no, hoy no. Quiero ir a puerto a ver qué pasa con la driza.

Arranco motor, recojo el génova, y pongo rumbo a Lekeitio. El motor ha vuelto a arrancar a la primera sin rechistar y va como la seda. Creo que lo único positivo del día de hoy es eso, que el motor va de cine.

Dentro del puerto, suelto la mayor y miro a ver la driza. Sí parece que esté cruzada con el amantillo, pero no no entiendo por  qué. Aflojo un poco el amantillo y doy unos tirones laterales a la driza a ver, y de repente "se suelta". La madre que la... Seguramente estaba simplemente pellizcada

Saco las velas, la mayor sin problemas, el génova otra vez portando y de mala manera, las subo al puerto, las pliego y las guardo en la cabina. Pongo defensas y voy al amarre.

Estimado lector, ¿se puede considerar un cúmulo de malas suertes, o no?

Por cierto, esta es la entrada 69. Un hito en la historia de este blog ;-)

viernes, 5 de abril de 2013

Puerto de Lekeitio: SOS malecón



Hace poco en La Taberna del Puerto alguien planteaba si habría calado en la zona de fondeo tradicional (frente a la bocana interior, al este de las boyas de amarre exteriores) para fondear barcos de cierto porte.

Parece claro que no. Y eso está llevando a problemas de seguridad y de incomodidad...

Saqué esta foto en Semana Santa, justo en la bajamar, mareas vivas con un coeficiente de 0,38:





En esta otra foto que linkeo, he señalado la que más o menos sería la zona de fondeo "tradicional". Es evidente que parece muy complicado que allí haya un calado mínimo siquiera de metro y medio:

 


Este sería un plano del puerto antes de que se "deportivizara". El gráfico será de hace unos 25 años:




Pocos, pero todavía quedan algunos "grandes" de bajura, y se quejan, con razón, de que la bocana exterior, el canal de entrada e incluso la bocana interior, pierden calado y hace insegura la entrada y salida en mareas bajas.



Y además, se crean más olas rompientes en la bocana...


El culpable de este desaguisado es la rotura del malecón de Lazunarri (la que se ve es una de las 3 que existen, por lo menos):


El malecón se construyó para canalizar la salida del río Lea hacia la parte E de la isla (superior en la fotografía) y no se colmatara el puerto.

Me parece que resulta evidente que ya ha dejado de hacer esa función, y el río ha vuelto a abocarse hacia el puerto, con lo que ahí acabarán los sedimentos, pese a lo que parece opinar Medio Ambiente, pues opina que sí parece hacer su función al evitar que las arenas de Karraspio acaben en la playa. Perdóneme señor Ministro si lo dudo, aunque sea un profano.
De hecho, el puerto funcionaba razonablemente bien hasta la rotura del malecón.
Esto, el paso del río hacia el W, ocurre desde antes del verano pasado.

Se hizo un dragado en el 2012 de la bocana exterior y se quiere hacer otro antes del verano, al parecer según artículo publicado hoy en Deia.

Evidentemente, eso es gastar para nada, pues no arregla el problema en su base, pero el presupuesto que se calculó para arreglar el malecón era de casi 1 millón de euros. Y además es un problema de intereses de las administraciones, además de volumen: Los dragados los paga el Gobierno Vasco, mientras que el arreglo del malecón corresponde al Ministerio...

Pero si no se arregla, creo que acabará en un problema de seguridad para la navegación. Además, en bajamares vivas, va a ser imposible bañarse en la playa de Isuntza (la de Lekeitio) sin meterse entre las embarcaciones fondeadas (o varadas) o sin meterse en el canal de navegación.

Y aunque no sean  tan trágicos, esta situación tiene una repercusión estética y se ha perdido lo divertido que es ir hasta la isla por el malecón en marea baja (en este momento se accede desde la playa de Karraspio). Divertido sobre todo cuando los visitantes de otras zonas no acostumbrados a la marea pasan en marea baja, sin vigilar ésta y descubren con sorpresa que no pueden volver una hora más tarde, y se quedan en la isla otras 6 horas... :-)

Más fotos:

jueves, 14 de marzo de 2013

Spi: Sime como asi...



No tiene especial mérito el pensar en aparejar un simétrico como si de un asimétrico se tratara, porque creo que todo el mundo lo ha pensado, al menos todo el mundo que tiene un spi, espí o spinnaker, como queráis decirlo, simétrico y ha leído u oído sobre las excelencias de los asimétricos, en cuanto a la simplicidad de su uso, por su forma de aparejar, prescindiendo de tangón.

Que luego resulta que al final no es tan así, y que del asimétrico dicen los que saben que si se quiere apurar su rendimiento se convierte en una vela más complicada de lo que se espera de ella (aunque esto es algo que seguramente se podría aplicar a todas, una cosa es ir en plan pachanga y otra de regata apurando a tope...) y que para aprovechar la popa redonda o casi (a partir de 150º de aparente) el tangón se hace imprescindible, salvo que quitemos la mayor y vayamos "a la francesa" con el spi.

Pero hay que reconocer que poder quitar el tangón no es poco, pues éste añade un plus de complejidad al asunto, sobre todo si uno es navegante solitario o casi.

Así que, efectivamente, hace tiempo que le doy vueltas a aparejar el simétrico como asimétrico. Pensando sobre todo en días de ventolinas muy suaves y al través. Con 1-3 kn de viento...

Algún intento hice con anterioridad, que fueron un medio fracaso por la falta total de viento o casi. Y ya he podido comprobar que el spi, al menos el simétrico, si no hay un flujo leve pero constante de viento, no rinde, más bien frena el barco, porque necesita hincharse, y si el aire no tiene la velocidad necesaria, se agita como una cortina y no hace nada, más que latiguear y crear turbulencias.

Lo que sí me sirvió es para darme cuenta que, efectivamente, la maniobra es sensiblemente más sencilla sin el tangón, sobre todo porque te ahorras las dos o tres idas y venidas a proa que te pegas para colocarlo y ajustarlo.

En cuanto a la maniobra, lo que hacía era llevar la contra del tangón a la proa, para que funcionara como braza y para enganchar en ella uno de los puños de escota del spi, que de esa manera lo reconvertía en puño de amura, y dejar el otro puño de escota para ser eso, puño de escota y en él atar las dos escotas. Con una hubiera bastado, pero por si me daba la ventolera de intentar trasluchar al modo asimétrico, por delante del stay, para lo que la escota "tonta" la pasaba por delante del stay.

Este verano pasado también hice un par de pruebas. No son concluyentes, pero como hace mucho que no escribo por aquí, y no se me ocurre nada mejor, os las cuento y que sirvan de experiencia.

Intento 1: El sueño de una noche de verano


Una tarde, un tanto calurosa y con un viento relativamente sostenido y muy leve, sería un F1, hice unas pruebas. No resultaron muy completas, pues me había dejado el GPS en casa. Y por eso era más difícil saber si ganaba o perdía respecto al génova. En cualquier caso, con ninguno de los dos era una velocidad de escándalo...

Pero sí tuve la impresión de que con el spi le costaba arrancar más, pero que llevaba una velocidad algo mayor, pero muy poco más. O quizás fuera una impresión subjetiva, acrecentada por el trajín que conlleva siempre el spi...

Lo que no hay duda es que serví para entrener y sacar de la monotonía a los que estaban al chipirón, observando al tío ese haciendo equilibrios con una vela de colorines con propaganda gratuita de Radio Vitoria.

 Imagen de archivo: mi spi propagandístico

Sólo funcionaba con el aparente del través, pues si pretendías llevar el aparente hacia la aleta, aquello se moría. Normal, por caer el aparente, ya de por sí flojito, y por desvente de la mayor, pero evidentemente no iba a poner el tangón.

Probé a lascar más o menos la braza (el cabo en que se sujetaba el puño "de amura"), pero con viento de través el mejor resultado era teniéndola cazada, pero sin apretar para no deformar la tela, de tal forma que tomara una forma de grátil de génova o casi. Si lascabas, hinchaba bien siempre que el viento soplara constante, pero si fallaba un poco el viento, se colapsaba por el grátil (se recogía todo él) y se paraba el barco. Dejándola cazada, minoraba ese efecto.

Al menos fue entretenido, hasta que el viento se murió del todo en cualquier rumbo...

Intento 2: Las rachas caprichosas


No soy muy bueno en cosas de meteorología. Y la asignatura la llevé de aquella manera al examen de patrón de yate (estoy convencido de que viendo que el resto las hice bien, la meteo me la aprobaron...). Pero lo que me pasó aquella tarde... en fín. Expediente X para mí.

Me había dado el sirocco ese día, y decidí irme a Elantxobe a pasar la tarde, y además ir a vela. Sólo a vela. El sirocco era sólo mental, porque el aire era Norte absolutamente insignificante.

Al final puse motor un buen rato, al menos para salir del "abra" y que no me vieran los conocidos allí, haciendo de baliza... hasta pasar Apikale. 

Arrancó algo de viento, e iba navegando a 4,5 kn, hasta que de repente, se paró el viento. Pero se paró al punto de colgar totalmente muerto el génova, y por supuesto pasar a velocidad 0,0 kn.

Pero lo curioso era que unos 50 metros más allá, el agua se veía rizada, como si una rachilla la batiera. Encendí motor, me acerqué y efectivamente, había brisa y volví a recuperar unos 4 kn.

Aparejé el spi como asimétrico, y bueno no iba mal, pintaba más o menos bien, con la braza bien cazada. Hasta que las rachas volvían a desaparecer. Sólo me duraban algunos minutos. Y podía ver como "un poco más allá" el agua se rizaba...

En esas condiciones, ahora sí, ahora no, me pasé una hora o así, alternando génova y spi en modo asimétrico. Me sirvió para sacar algunas conclusiones, alguna más bien curiosa o inesperada para mí.
  • Con el génova: cuando "me llegaba la racha",  el barco arrancaba enseguida, y en segundos se ponía a 4-4,5 kn. No estaba mal. Era como de 6 kn la intensidad del aparente.
  • Con el spi: Le costaba más arrancar (eso lo esperaba), y cogía una forma muy interesante, como si fuera un gennaker de verdad, pero se quedaba en 1 kn por debajo: 3-3,5 kn.
Eso ocurrió varias veces, así que supongo que las rachas intermitentes tendrían la misma intensidad, más o menos, de real.

Que al espí le costara más arrancar, tiene sentido, porque cuando tienes el génova, sobre todo si te pones a sotavento para hacer escorar el barco, el génova está en posición de "listo", preparado para aprovechar la racha en cuanto llega. Sin embargo, por mucho que hagas escorar el barco, el spi desinflado toma la forma de una cortina recogida, todo lleno de pliegues y arrugas, así que la racha se tiene que tomar el trabajo de hincharlo primero, antes de que pueda empezar a aprovechar la fuerza.

El nudito de menos, me costaba más entenderlo. No sé si es por la disposición del spi, por no reaccionar tan rápido quizás hiciera menos velocidad y generara menos aparente (aunque con el tiempo supongo que se tenía que igualar)... O quizás porque es un simétrico, con forma de simétrico, y el presunto grátil no es un grátil, sino una de las balumas y no está hecho para servir de grátil, aunque aparentemente no pintaba mal. Y quizás tenga que ser así y asumirlo.

Es posible que sujeto a su tangón, puesto de través para recibir el viento de través o un pelín atrás hubiera pintado mejor, pues el tangón sujeta el puño y le permite coger la forma que tiene que tener y para la que seguramente ha sido diseñado... Pero el experimento era para ver si podía prescindir del tangón, no para confirmar que lo necesitaba...

Mis reflexiones terminaron cuando me alcanzaron dos amigos, que iban a Elantxobe a dar una vuelta y nos dimos un bañito en Elantxobe, que me supo a gloria, para volver después en conserva hasta Lekeitio.

Pero volveré a intentarlo. A cabezón... :-)