Solos ante el peligro
Cuando empecé en esto de la navegación deportiva, hace casi veinte años, el primer consejo que me dieron fue éste:
"Jendea badoia, zeu be bai" (Si se va la gente, a puerto, tú también)
Era un buen consejo, matizable, aunque estaba marcado por dos condicionantes:
- Uno era un novato
- Las posibilidades de comunicación eran casi nulas
Cuando uno es novato, es fácil que se despiste o no conozca esos signos, a veces muy sutiles, que indican cambio en la mar o la magnitud que pueda tener ese cambio.
En aquellos tiempos, la comunicación se limitaba a unos cuantos gritos y gestos, si te veían. La radio VHF era cosa de "grandes" barcos. El que más, llevaba una pequeña radio CB (27 Mhz) (emisoras de "banda ciudadana", que en principio no estaban diseñadas para el mar, pero había algunos canales, el 3 y el 4, que se usaban para comunicar entre barcos. La ventaja que tenían era que no requería un permiso especial, por lo que se usaban, al no estar permitidas, expresamente, pero tampoco prohibidas, digamos que estaban toleradas). Pero estas emisoras también eran muy escasas y las posibilidades de que alguien te oyera, también escasa. ¡Ah! y tampoco existían los móviles (parece que hable del pleistoceno :-D).
No me considero para nada un lobo de mar, todos los días aprendo y siempre que salgo a la mar voy con espíritu de aprender, y oigo todo lo que puedo sobre navegación, aunque me parezca más o menos respetable la opinión, o no. Pero creo que ya no soy un novato. Y en esta situación, ese consejo es realmente matizable.
Además hoy en día, contamos (casi) todos con VHF y tenemos disponibles los canales 9 y será muy probable que haya alguien a la escucha o incluso el 16 si hay un problema serio. ¡Ah! Y tenemos móviles :-), que aunque se recalque que en la mar no es un elemento de seguridad, en navegación costera, también puede ayudar, llegado el caso.
El caso es que este año también, Hooper y yo hemos estado solos o prácticamente solos en la mar varias tardes. El año pasado también alguna lo estuvimos (acompañados por otro amigo,
pero a los efectos de lo que quiero decir, es igual)
Las condiciones más probables para una navegación así, son la combinación de viento (sobre todo NW) F3 y mar de fondo NW de entre medio y 1 metro de altura. Hablamos de mar de fondo, tendida, con olas largas y no rompientes, a lo sumo alguna cresta.
No sé, quizás yo sea un loco temerario. No me tengo por tal, y a veces, con una mar de fondo de 1 metro la barra puede dar un poco de yuyu para salir... Pero para un velero medio, ni incluso para un velero más pequeño como el Hooper, creo que sean condiciones prohibitivas.
"Está mala la mar".
No, no está mala, no está buena, que no es lo mismo (pienso). Pero, ¿cuándo quieres salir? ¿Cuando esté la mar como un plato y haya un ridículo F0 o F1, con 4-5 nudos de viento? Y entonces refunfuñaremos mientras nos arrastramos a 2 nudos como mucho... Eso sí, tomando el sol.
Realmente, las veces que he salido solo o casi, no he tenido la sensación de estar en peligro. Lo que he tenido es la sensación de hacer unas navegaciones muy excitantes, con unas maniobras muy deportivas y con una velocidad muy interesante, navegando de continuo a 4,5, 5 o 5,5 nudos, con lanchadas mayores, por supuesto.
Y como no soy un loco temerario, eso sí, con seguridad.
Chaleco-arnés inflable automático puesto todo el tiempo, una línea de doble mosquetón que, atada a la base del palo, me permite ir de la bañera a proa atado, a usar si hubiera que salir de la bañera por lo que fuera. Y radio VHF en escucha y en orden de marcha (y atada a alguna cornamusa o similar para que no se vaya con un cabeceo por la ola).
En cualquier caso, lo he dicho varias veces, atravieso la barra con seguridad y confío en Hooper. Siempre prudencia y atento a todo, pero con sensación de seguridad. Hooper, aún yendo a motor, navega bastante seguro en esas condiciones. Desde luego, salgo con más sensación de seguridad que la que podía llevar al volver a veces con la mar de fondo montada en mi anterior gasolino, que no era mucho más pequeño (sí es verdad que medio metro en la mar es mucho, pero aún así).
Y cuando pasada la barra y librados los "agujeros" que se forman alrededor de la isla levantamos la mayor y soltamos génova, es cuando el Hooper cambia, y navega entre esas olas de otra forma: con soltura, elegancia y seguridad. Quien no lo haya vivido, le costará creerlo, pero es así...
Enhorabuena por el blog y por disfrutar de un magnifico Somo 20.
ResponderEliminarSeguire con interes tus aportaciones-
Capanegra
www.balandros.com
Gracias Capanegra, menudo publirreportaje me has hecho... :-)
ResponderEliminarAñado tu web a mi lista de links.