El sábado 1 de septiembre se nos rompió el stay.
Estuvimos navegando, un barco amigo y yo, como salvajillos, con un viento NW, un tanto rolón hacia N y variable, que a ratos soplaba a unos humildes 6 Kn, como de repente subía hasta 10, mantenido, con unas rachas de hasta 12, con lo que andaba a ratos recogiendo un poco de génova o soltándolo todo, o rizando la mayor y soltando, con velocidades entre los 3,5-4 Kn en los momentos flojos y haciendo 5-6 kn en los momentos más fuertes...
Disfrutando de verdad. Además, estaba la mar entre rizada y marejadilla, pero sobre una mar de fondo relativamente pequeña, así que se podía navegar muy bien. Hacíamos bordos sin parar, jugando como chiquillos al que te cojo, al otro o a un perseguido imaginario...
A veces me parecía que el stay estaba un poco más curvado que de costumbre, pero el viento a veces era durillo...
Se acercaban las dos del mediodía. Ese día era la "bajada" en Lekeitio: el inicio de las fiestas, con el desfile de gente disfrazada para llegar a la plaza y empezar las fiestas, con la bajada de Antero.
Así que me despedí de mi amigo y volví a puerto, pues no quería ir tarde a comer.
Pasé Amandarri a vela, y delante de las boyas exteriores del puerto, empecé a recoger vela.
El enrollador iba duro, y no acertaba a ver porqué. Pensé que habría alguna vuelta mordida en el tambor, me pasa mucho. Tiré un poco y libró y se enrolló aunque con un "tacto" un poco raro...
Recogí la mayor, puse defensas y me fui a mi amarre.
Cuando estaba amarrado, abrí el stopper de la driza del génova, para aflojar la tensión de ésté, y me sorprendió que salió un buen cacho, como medio metro, velozmente. Normalmente eso no pasaba... Iba a pasar a proa y entonces me di cuenta y me sorprendió que los obenques iban flojos.
Entonces miré arriba, y descubrí el pastel: el enrollador entero colgaba de la driza y por la punta del enrollador asomaba lo que antes fue un cable, como si fuera una escoba de las viejas despeluchadas... ¡¡Ostras!!
Así de despeluchado quedó el cable por arriba.
Lo blanco es un cabito que le até para que no se perdiera dentro.
Al enrollador le falta el tope superior, que se lo quité
para mirar cómo estaba el cable por dentro.
En ese momento, me sonó el teléfono. Mi amigo, el de siempre, mi ángel de la guarda, el que siempre está en los buenos y menos buenos momentos, me informó que tenía algo raro en el enrollador o en el palo. Le dije que sí, que lo había visto. "¿Y el palo?".
Buena pregunta. En un aparejo fraccionado de crucetas retrasadas, son los obenques, altos y bajos, los que evitan que el palo caiga para adelante. Puedes soltar totalmente el backstay, y no caerá. Pero sólo el stay de proa evita que el palo caiga para atrás. ¡¡Glup!!
A no ser que... Con el uso del spi, había cogido la costumbre de llevar la driza del spi sujeta en el balcón de proa, con el fin de poder colocarla en el puño de driza del spi (pues suelo subirlo desde la amura que esté a sotavento). Esa driza era la que estaba sujetando el palo (esta tensa tensa) y había evitado su caída.
¡¡Santa costumbre!! Que por supuesto, seguiré manteniendo...
Lo demás, no tiene mucha historia. Acepté la ayuda de mi amigo para bajar del todo el enrollador, desengancharlo y asegurar el palo también con la driza del génova por si acaso, y sujetar el enrollador sobre la cubierta.
Con lo que tanto el como yo, llegamos tarde a comer... Lo de este hombre es la leche y de agradecer...
El motivo de la rotura, lo achaco a años de uso, y probablemente a que el enrollador, al girar, actuaba sobre el tensor del stay, apretándolo o aflojándolo aleatoriamente. De hecho, la parte que unía el tensor a la cubierta, estaba totalmente suelta.
Me dio un poco de remordimientos pensar que abuso un poco del Hooper y de esos días durillos... aunque creo que no hago el loco (otra cosa será lo que piensen otros de mí). Con razones, mi amigo calmó mi ánimo diciendo que si un barco así no estaba diseñado para aguantar 10 o 15 kn de viento, era un delito, que aguanta eso y más... Así debe ser. Probablemente, los años y la fatiga de los materiales no pase en balde.
En breve estará arreglado, espero. Todavía me gustaría navegar un poco más a vela antes de que llegue el invierno... Por supuesto con la driza del spi sujeta en el balcón de proa...